Hace unos días hemos leído un interesante estudio de SADI-Cádiz que podéis encontrar en ESTE ENLACE. Aquí vamos a presentaros un resumen, con citas y cuadros-resúmenes, pero os invitamos a leer el documento completo.
El texto, titulado Lo que la verdad esconde, es una denuncia de la situación actual de los interinos, así como una denuncia de las dificultades que se les pone para acceder al cuerpo. Podemos decir que el documento se divide en dos grandes bloques: por un lado, la revisión histórica remontándose a los orígenes del problema de la acumulación de interinos; por otro lado, la revisión de las formas de acceso al funcionariado entre 1977 y 1985, momento en que se llevan a cabo sistemas que ahora se reclaman.
ACCESO
DOCENTE ENTRE 1977 y 1985
|
|
POR OPOSICIONES RESTRINGIDAS
|
100.000 docentes interinos
|
ACCESO DIRECTO
|
20.000 maestros
|
POR CONCURSO DE MÉRITOS
|
5.000 catedráticos
|
<<(…) Nunca hubo la dificultad que existe ahora para el acceso,
aumentada con una competitividad disparatada y la entrada en escena de las academias
de preparación de oposiciones, costosas y muy especializadas. Tras el nefasto
RD 850/93, creado por el gobierno González (PSOE), se dispuso un sistema de
acceso que invalidó la experiencia como pauta real de selección. Jamás los
interinos, desde 1994 lo tuvieron tan difícil para acceder a la fijeza>>.
Por
otra parte, el documento asegura que muchos de los que accedieron por dicha
manera ahora se encuentran en altos
cargos políticos, vinculados a las Consejerías a los sindicatos y <<se ponen en contra de las reivindicaciones
de los interinos>>, que consideran injustas. Lanza la siguiente pregunta: <<¿Acaso
antes eran justas para ellos e injustas para los interinos actuales?>>.
Así
que el resto del documento es un recordatorio histórico –muy interesante- sobre
el origen y desarrollo del acceso así como del problema de la interinidad hasta
llegar a la actualidad. Se remonta a la Dictadura de Primo de Rivera, pasa por
la II República y llega a la Dictadura de Franco. <<Sin embargo, ante la
falta de capital para financiar el ámbito público, la administración franquista
trabajó con multitud de interinos. El acceso, por entonces a la interinidad
administrativa (y también docente) estaba regida por el amiguismo, la
consonancia ideológica con las ideas del régimen, etc.
En el caso de la docencia, no existía la dura bolsa de acceso
que existe hoy. Eran los catedráticos de institutos quienes proponían como
interinos a personas de su confianza, generalmente antiguos alumnos que habían
concluido posteriormente sus estudios universitarios.